ELEMENTOS PARA LLEVAR A CABO EL MÉTODO DE MOSTESSORI

Existen cinco elementos importantes para llevar a cabo el método Montessori tanto en la escuela como en el hogar: 

1. La mente absorbente del niño 

Este va de los 0 a 6 años, conocido comúnmente como el periodo más importante de la existencia en donde el adulto tiene dificultad en el acceso al mundo del niño, a partir de los 3 años es cuando comienzan a ser influenciados por su entorno familiar o de amigos, para dar paso a nuevas trasformaciones. Es la exploración y creación de un niño en la que permiten la interiorización y construcción del mundo de ellos. Los niños y niñas tienen una inteligencia diferente al de los adultos, mientras los adultos obtienen los conocimientos con la inteligencia, por otro lado los niños y niñas absorben sus conocimientos con la vida psíquica, como por ejemplo el infante adquiere el lenguaje simplemente conviviendo con su entorno. Gracias a la mente absorbente de cada uno de los niños, ellos aprenden todo inconscientemente, atravesando un camino en el cual van de la inconciencia a la consciencia. Es aquí donde el movimiento juega un rol muy importante, a medida que los infantes comienzan a moverse en el ambiente, el lenguaje penetra en sus mentes para dirigir sus movimientos según sus necesidades de vida. Cuando los infantes comienzan a moverse, la mente absorbente ya ha captado el ambiente, luego este comienza a ser consciente. Por ejemplo, los infantes al momento de jugar utilizan sus manos, introduciendo en su conciencia lo que su mente inconscientemente absorbió antes. Durante el contacto con la vida el infante forma paulatinamente su personalidad adaptada a su entorno, familia y ambiente, construye su mente hasta llegar a desarrollar la memoria, la comprensión y el razonamiento. Además de esto, la labor de la docente no solamente radica en enseñar, sino en favorecer en el desarrollo de la mente infantil. El descubrimiento de la capacidad del infante para absorber conocimientos como una esponja, ha generado una revolución en el campo de la pedagogía, resaltando la importancia del primer periodo de desarrollo en el ser humano. 

2. El ambiente 

Los principios del ambiente se basan en la simplicidad y orden, deben de estimular y facilitar la comunicación y el aprendizaje. Los espacios deben muy iluminados y a la vez cálidos, en donde el niño pueda desarrollarse sin tener que sofocar su espacio. Además los muebles deben de estar al tamaño de los niños para crear en el aula un pequeño mundo divertido y cómodo para ellos. Es indispensable ceder a los infantes un ambiente preparado, adecuado para recibir los estímulos necesarios que lo ayudarán a expresarse y desarrollarse. El ambiente debe tener características precisas: un mundo real adaptado ya sea al tamaño, alcance, capacidades, necesidades, etc., considerando la libertad natural de los niños. Los materiales del ambiente deben de estar colocados de tal manera que el alumnado pueda acceder fácilmente a ellos, como por ejemplo definir un espacio donde los niños y niñas puedan colocar sus trabajos hechos, guardar sus pertenencias, organizar sus materiales, etc, de este modo, también los ayudaremos a ser organizados para así facilitar y esté a su disposición todo aquello que necesiten. En este ambiente los niños y niñas son libres en escoger y explotar los materiales de su elección y descubrir en qué aportan estos. El ambiente en general debe de estar planificado para invitar al niño a realizar actividades variadas, descubrir sus fortalezas y debilidades, además de hacer más fácil el juego, la manipulación, la interacción y la exploración del mundo que lo rodea.

3. El tiempo

Los niños aprenden todo de una manera organizada, por lo que el tiempo que posean debe de ser definido y organizado en cuanto a rutinas, marcando siempre un tiempo para su juego libre y además incluir actividades de la vida diaria como peinarse, lavarse las manos, quitarse y ponerse los zapatos, etc. Esto ayudará a que el niño se sienta como en casa y en total confianza para así poder desenvolverse en el aula de clases. Los horarios deben de ser flexibles, adaptados a la naturaleza de los niños y no siempre cumplir al pie de la letra. 

4. Los materiales

 El material Montessori debe proporcionar al infante estímulos (color, tamaño o forma) para captar su atención e iniciar la concentración, además motivar al infante a encontrar y corregir los errores por sí mismo. Este material debe de ser presentado al niño en momentos específicos. 

 Existen ciertos principios para proponer el uso del material Montessori. 

•  El material debe de estar aislado en una sola pieza material, para simplificar la tarea y hacerlo más sencilla. Por ejemplo: construir una torre de cubos con una sola variación en el tamaño de cada dado. 

• Los materiales deben ascender de un diseño a otro más simple .Ejemplo: juegos de encaje o juegos para seriar objetos según el tamaño. 

• Estos materiales deben de estar diseñados para preparar al infante a un futuro aprendizaje. Ejemplo: Juegos para desarrollar la psicomotricidad fina como cuentas para desarrollar posteriormente el dibujo y la escritura. 

• Los materiales deben estar representando como ideas concretas para ir interiorizándose en una idea abstracta .Ejemplo Fichas de figuras geométricas (cuadrado, círculo, triángulo y rectángulo). 

• Los materiales Montessori están divididos en sensoriales, académicos, culturales y artísticos.

• Sus principales materiales son la torre rosa, escalera marrón, cubos binomiales y trinomiales, cilindros Montessori y barras rojas. 

El método Montessori no va de la mano con el uso de muñecos luminosos con funcionalidades, ni pequeñas máquinas de plásticos que produzcan sonido, ningún elemento con batería. En realidad, el plástico no es un material apropiado para aplicar el método Montessori, podría ser utilizado en la exploración, o actividades de vida diaria, como presentar una bandeja para servir agua en vasos de plástico por ejemplo. Los materiales Montessori por lo general suelen ser de madera debido a su consistencia y durabilidad. 

5. El rol del adulto 

Una educadora Montessori o los mismos padres de familia, deben de tener la actitud y ser capaces de estar al servicio del niño, saber colocarse en el lugar de los niños pero al mismo tiempo saber poner límites con consecuencias claras. Según Montessori, la educadora debe de ser guardiana del ambiente, trata de guiar al niño e invitarlo a participar sin interferir en el aprendizaje más de lo necesario. La educadora Montessori guía al niño sin permitir que este sienta su presencia en exceso. La educadora Montessori invita siempre a los niños a participar en las tareas y actividades, además evita interrumpir al alumnado si están concentrados para dejar así que sigan fluyendo con sus ideas sin cortarles la concentración. Debe de ser observadora para saber qué aspectos del comportamiento de los niños registrar, saber cómo y cuándo intervenir. Una maestra Montessori debe obtener conocimiento del desarrollo y crecimiento humano, puesto que debe estar bien informada sobre la enseñanza, aprendizaje y sus nuevas tendencias. Una buena maestra Montessori durante el trayecto de su profesión nunca deja de aprender, innovarse y crecer. Además, debe dominar las características y finalidades de un adecuado ambiente de trabajo y de cada material para los infantes, ya que luego a través de la observación, la maestra Montessori sabrá cuál es el momento ideal para darles a conocer de algún material. La maestra Montessori debe ser una persona en desarrollo al igual que los infantes, considerando un crecimiento acertado de sí misma y ser consciente para reflexionar sobre sus propias capacidades y comportamiento.

A continuación también veremos un video en el que se aprecian todos los elementos mencionados anteriormente, además que observamos la enseñanza con tanta naturalidad de los niños al aprender de la mano de sus compañeros y de su maestra, desenvolviéndose así de manera cómoda y en completa confianza.